La era de los emprendedores y los freelancers



Estamos cerca de terminar la segunda década del siglo XXI y con ella vinieron grandes cambios en el mundo laboral, como el auge de los emprendedores y freelancers.

Vivimos en una sociedad donde los trabajos, oficios y profesiones han estado en permanente cambio principalmente desde el “boom” de la tecnología. De la mano de esta han desaparecido muchos empleos pero a su vez han surgido nuevas oportunidades para aquellos que están dispuestos a tomarlas. Hablamos de los emprendedores.


¿Qué es un emprendedor?


Según el diccionario de la RAE un emprendedor es una persona que tiene decisión e iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo. Aquí vemos que emprender (y por tanto ser emprendedor) se extiende a mucho más que al área laboral. Aun así, en este momento nos interesa pensar en lo referido al trabajo.


De la mano del auge del emprendedor viene también el crecimiento de la modalidad de trabajo de los freelancers, que consiste en trabajar de forma independiente o autónoma. Esto está vínculo directamente con los emprendedores, ya que como emprendedor es más que probable que debamos desempeñarnos por cuenta propia.


Desde siempre han existido freelancers, desde vendedores, carpinteros, herreros, electricistas, plomeros (o fontaneros). Sin embargo, el hecho de que hoy esté en boca de tanta gente este término, tiene que ver también con la incipiente demanda de empleos relacionados con los más recientes avances tecnológicos.


La tecnología avanza a pasos agigantados en relación al desarrollo de los empleos tradicionales. Es por esto que la creciente demanda de personas capacitadas para realizar trabajos en el área tecnológica supera ampliamente al desarrollo de más empleos tradicionales. Es así que el mercado requiere profesionales en áreas que aún no se pueden siquiera estudiar formalmente en instituciones educativas (como universidades, terciarios, etc.).


El nuevo desafío ante este gran cambio en el mundo laboral es poder adaptarse a las nuevas demandas y profesionalizarse en nuevas áreas. Así es que nos encontraremos casi seguro con la necesidad de convertirnos en emprendedores (si es que ya no los somos), ya sea que seamos freelancers o empleados. 


El emprendedor de hoy


Como ya mencionamos, los emprendedores han existido desde siempre. No obstante, existe una aceptación social cada vez mayor con respecto a mostrarse como tal.


Más allá de que emprender no es algo para nada seguro (en lo que respecta a certeza económica), es una práctica cada vez más común, sobre todo en jóvenes. Cabe destacar que, con la gran incertidumbre que hay en el ámbito laboral, ya ni siquiera los empleos tradicionales generan esa seguridad que buscamos.


El punto clave de la tendencia emprendedora actual es claramente la aparición de internet. En tiempos previos a la masividad de la red, ser emprendedor representaba un desafío mucho más duro y un trabajo más arduo. El emprendedor debía concebir una gran y novedosa idea y debía encontrar los medios para poder desarrollarla, lo cual podía ser prácticamente imposible. Sin embargo, aquellos que tuvieron éxito realmente lo tuvieron a lo grande.


El internet emergió como salvador para el emprendedor de pocos recursos, ya que abrió un panorama a nivel mundial para mostrar sus ideas y habilidades. Cualquier idea puede convertirse en un exitoso negocio.


¿Cuáles son las características de un emprendedor?


Me gustaría compartir un ejemplo que escuché ya hace mucho tiempo y que ilustra a la perfección de lo que estamos hablando.


Pensá en esta situación: estás en una reunión con amigos, todos han estado tomando alcohol. De pronto alguien del grupo dice a modo de broma “Deberíamos ponernos un bar”. Si viviste esta situación (o algo equivalente) ¿alguna vez te preguntaste por qué nadie abre finalmente el bar?


Las 13 principales características de un emprendedor


A continuación te mostramos lo que el blog hotmart define como los principales atributos de un emprendedor. A tener en cuenta también si somos freelancers.


ESTUDIAR SIEMPRE. Las ideas no vienen solas, sino que surgen de las asociaciones que hace nuestro cerebro en relación a nuestros conocimientos previos. Es así que se vuelve obvio que debemos poseer gran cantidad de conocimientos para facilitar la aparición de nuevas ideas. Además debemos recordad que el desafío de emprender hará que debamos estar siempre al pendiente de las nuevas tendencias.


NO SUCUMBIR ANTE EL PRIMER ERROR. Este consejo no solo se aplica para los emprendedores. Cada error es un tesoro para el emprendedor, ya que es de nuestras equivocaciones de donde más aprendemos. Es clave destacar deberemos desarrollar un buen temple para afrontar todos nuestros errores.


PRESTAR ESPECIAL ATENCIÓN A LAS OPORTUNIDADES. Un buen emprendedor desarrollará con el tiempo la capacidad de detectar situaciones en las que podría sacar provecho. Aprenderá a estar alerta de las cosas cotidianas que le pueden significar una oportunidad.


LIDERAZGO. Esta es una de las habilidades que resultan más complejas de desarrollar debido a que no existe (a nuestro entender) reglas muy claras para ser un buen líder (o por lo menos no en la misma medida que de los otros puntos mencionados). Lo más importante que podemos decir es que el liderazgo del emprendedor le debe permitir, al menos, transmitir sus valores, forjar su carácter y poder guiar a su equipo de trabajo hacia la concreción de objetivos y metas.


COMPROMISO CON SU NEGOCIO. Emprender es en cierto modo una gran responsabilidad. Es por esto que el compromiso es un eje fundamental para poder desarrollar cualquier negocio. Es sorprendente como gran cantidad de ideas fracasan por no ser atendidas como corresponde.


TRABAJAR CON EFICIENCIA Y CALIDAD. Esto es condición necesaria. Cuantas más facilidades tenemos para emprender nosotros, más tendrán los demás. Un trabajo mal realizado nos dejará claramente fuera de competencia.


BUENA CAPACIDAD DE COMUNICACIÓN. Como emprendedores necesitaremos insertarnos en diferentes ámbitos para crecer, y esto no será posible si no sabemos comunicarnos.


NO TEMERLE A LOS RIESGOS. Esta es sin dudas la principal diferencia entre alguien que es emprendedor y alguien que no lo es. Abandonar la zona de confort en uno de los desafíos más duros que podemos tener, si lo conseguís seguro vas a estar mucho más cerca del éxito.


SABER ESTABLECER METAS. Cuando comenzamos un negocio, seremos los gestores de todo lo que suceda; a diferencia de cuando trabajamos para un negocio de otro donde la gestión por lo general no nos toca. Emprender por el solo hecho de emprender, no tendrá sentido si no sabemos hacia dónde queremos ir.


TRABAJAR CON INDEPENDENCIA. La confianza y el autoestima son indispensables para iniciar un negocio. Depender de alguien más será un condicionante enorme para nuestro emprendimiento.


SEPARAR LA VIDA PERSONAL DE LA PROFESIONAL. Muchos emprendedores caen en un error muy común pero peligroso que es dejar que su emprendimiento se mezcle tanto con su vida personal que al final las dos se verán perjudicadas. Debemos aprender a establecer lo más claramente posible la línea que separa ambos mundos.


TOMAR INICIATIVAS. La proactividad es una de las cualidades más valoradas en el mercado laboral, y para emprender no es la excepción. Un buen emprendedor debe estar listo para generar iniciativas constantemente y crear nuevas cosas.


BUSCAR SIEMPRE EL RESULTADO. Esto viene de la mano con el punto 9. Debemos establecer metas para luego poder focalizar el trabajo en la obtención de resultados. Recordemos que emprender, por más apasionante que nos resulte, esperamos que nos reditúe de alguna forma.


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