Cómo mejorar mi negocio en 3 pasos



Todos los emprendedores quieren mejorar su negocio, llegar a más clientes, vender más, aumentar la rentabilidad, pero ¿sabés realmente qué podés hacer vos para no andar probando técnicas que no sabés si van a funcionar?

En nuestra experiencia, dentro de HISS y con nuestros clientes, podemos decir que hay 3 pasos que siempre funcionan y que se pueden aplicar a empresas de diferentes sectores y tamaños. 


De esto te vamos a hablar a continuación, de cómo mejorar tu negocio en 3 pasos.

Con todas las cosas que tenés que hacer cada día en tu negocio es posible que a veces pierdas un poco el rumbo y que te sientas desorientado sobre lo que deberías hacer para crecer más. Existen tantas estrategias diferentes para mejorar un negocio que a veces es difícil saber cuáles van a ser efectivas para vos y cuáles van a ser una pérdida de tiempo.


Creemos que de seguro te gustaría facturar más y aumentar tus ingresos, y no solo quedarte en el punto donde estás. Por eso es importante que ejecutes acciones que te ayuden a crecer.


Vamos a explicarte 3 técnicas que te van a ayudar a mejorar tu negocio y tus resultados. Pero antes queremos que entiendas que no podés dejar que el día a día ocupe todas tus horas y no dediques tiempo a un trabajo más profundo de estrategias de negocio. Hacer balances de situación, plantearse nuevos objetivos, buscar soluciones o estrategias, es algo que solo vos podés hacer y es lo que va a marcar la diferencia entre un negocio que sobrevive solamente y otro que realmente prospera y mejora sus cifras año a año.



Dijimos que hay 3 cosas que podés hacer para mejorar y son:



Dedicá tiempo al marketing y las ventas y no solo a la ejecución


¿Podés decirnos cuándo fue la última vez que saliste a vender? ¿cuándo fue la última vez que buscaste clientes de una forma activa?


Cuando decimos salir a vender, no nos referimos a salir a la calle, hay muchas maneras de hacerlo (sobre todo desde que existe internet). 


Lo que queremos que te plantees es si de verdad estás haciendo un esfuerzo por captar nuevos clientes o si esperás a que te lleguen por sí solos sin tener que hacer nada. Esto para muchos es conocido como el “marketing de la fe”, es decir esperar en tu oficina que los clientes aparezcan como por arte de magia, teniendo fe que aparecerán sin tener realmente ninguna certeza.


Entonces, el primer consejo es que dediques tiempo al marketing, a la promoción y a las ventas. Las empresas no funcionan solo gracias a la ejecución de los trabajos con los clientes, tiene que haber también un equipo y un tiempo dedicado a la captación de nuevos clientes. Sin clientes no hay empresa.


Ahora que te dijimos que tenés que salir a buscar clientes, seguro pensarás “pero yo no tengo tiempo para buscar nada” o “quiero salir a buscar clientes pero no me da la vida” (hemos escuchado muchas veces estas frases). Para esto te van a venir bien los pasos 2 y 3, de los que te hablaremos a continuación.


Pero no nos adelantemos. Si tu problema ahora es el tiempo, necesitás cambiar tu horario y buscar aunque sea unas horas a la semana para hacer esto. Vas a ver que a largo plazo se compensa, porque tener más clientes siempre es positivo. Si te ves muy complicado, probá este truco:


Reserva cada día una hora para el marketing y las ventas a primera hora de la mañana, ni bien llegues a la oficina. No abras los mails, no mires el celular y, si trabajás con un equipo, avisales que durante esas horas necesitás estar concentrado. Te aseguramos que una hora al día puede marcar la diferencia.


Otra dificultad con la que te podés encontrar es el miedo a vender, que es muy habitual. El mensaje fundamental que te queremos transmitir es que vos podés aprender a vender, las ventas no son algo con lo que algunas personas nacen y otras no. Es cierto que siempre hay algunas personas que tienen  más facilidad pero no hacen nada que vos no puedas aprender.


Así que si tu problema es la falta de seguridad o de conocimientos, te animo a que nos comentes o veas nuestros cursos al respecto.


El punto número dos también tiene que ver con la captación de clientes, así que continuemos.



Creá un proceso de ventas que te reporte clientes de forma constante y predecible


Los clientes son el “alimento” de la empresa. Igual que vos necesitás comer varias veces al día, tu empresa necesita clientes con regularidad.


Si dos o tres meses estás saturado de trabajo y los tres siguientes no sabés qué hacer, estás en un problema. En los picos de trabajo vas a estar muy estresado y la calidad de tu servicio puede bajar porque no llegás a todo, mientras que en los meses flojos te podés ver apurado por la falta de ingresos.


Por eso necesitás un flujo de clientes uniforme y previsible, siempre teniendo en cuenta que hay meses que pueden ser más bajos (como el verano) o que podés tener una temporada alta y una baja.


Es decir, tenés que trabajar la captación de clientes de forma regular, considerando las características de tu empresa o de tu sector.


Uno de los motivos por el cual no se trabajan bien las ventas es porque no existe un proceso definido, lo que se conoce también como workflow. 


Cuando definís tu proceso de ventas, lo que estás haciendo es determinar todos los pasos que tiene que dar un potencial cliente para convertirse en un cliente real. Y es sorprendente porque muchas empresas no tienen esto. Los clientes les llegan sin saber de dónde y a cada uno se le ofrece una experiencia diferente porque no hay nada definido.


Nuestro primer consejo es que te pongas a pensar en esto con papel y lápiz, y escribí cómo sería el proceso de ventas ideal en tu empresa.


Pensá en todos los pasos: cómo te descubre el usuario, cómo entra en contacto con tu empresa, qué necesita para comprar o contratar, cómo se le manda la propuesta, cómo se le ofrece el producto o servicio. Tomate tu tiempo para esto porque cuanto más exhaustivo sea, mejor.

A continuación preguntate si podés mejorar ese proceso de alguna manera y que formas tenés de hacer que esto vaya de una forma casi automática, o con menos esfuerzo.

Veamos un ejemplo:


Has detectado que muchos de tus clientes llegan a vos por el boca a boca, gracias a recomendaciones de otros clientes. Pero no sabés exactamente cómo se producen ni en qué medida, así que decidís aprovechar esto y, cada vez que terminás de trabajar con un cliente, le mandás mail en el que lo animás a recomendar tus servicios y le hacés un pequeño descuento o detalle.


Diseñá todos los procesos de venta que sean necesarios según el número de productos y servicios que ofrezcas, o según las características de tus clientes. Cuando ya tengas hecho esto podés pensar en crear un sistema automático que te ayude con la captación y la conversión de clientes. A esto se le llama “embudo de ventas automático” y se basa, sobretodo, en el uso del correo electrónico.


Un embudo de ventas sencillo consistiría en colocar un formulario en la web para los usuarios. A todas las personas que se registren en ese formulario se les manda un código de descuento que caduca a los 30 días, y para asegurarte que los usuarios hacen la compra y usan el código creás un código de correos automáticos que manda mensajes y recuerda que el descuento va a caducar.


Esto se puede complicar mucho más pero al principio te recomendamos que vayas a lo sencillo. Además hay muchas formas de crear un embudo de ventas automático, no es lo mismo si tenés una tienda online que si ofrecés servicios. En nuestro Coaching Comercial, trabajamos sobre este proceso para tu negocio o emprendimiento.


Hasta aquí el paso 2 para mejorar tu negocio, pero todavía nos queda un paso más.



Empezá a crear un equipo para poder escalar


Para mejorar tu negocio y hacer crecer tus cifras, tenés que concentrarte en las actividades de alto valor. Ya te comentamos antes que una de estas actividades es el marketing y las ventas, junto con la planificación y la estrategia.


Pero siempre está el tema del tiempo. Cada vez que dedicás tiempo a actividades de bajo rendimiento estás perdiendo dinero y estás posponiendo tu éxito. Es importante que te grabes esto porque es así, debés centrarte en las actividades que más pueden aportar al crecimiento de la empresa y dejar las otras tareas a otras personas.


Entendemos que la creación de un equipo asusta, sobre todo si has empezado solo o con pocos recursos. Aprender a delegar lleva su tiempo, al igual que seleccionar a las personas adecuadas. 


Pero existen formas de crear un equipo poco a poco, sin tener que hacer contrataciones al principio.


Para empezar hacé una lista de todas las tareas que creas que podés delegar: sé realista con esto, y recordá que casi todas las cosas que hacés (salvo que sea muy específico) se puede enseñar a otras personas. Ejemplos habituales de lo que se puede delegar son: la facturación, los mail, las redes sociales.


La primera recomendación podría ser que contrates a un gestor que te ayude con todos los números y procesos de la empresa, ya que es una inversión de la que no te vas a arrepentir nunca. Por otra parte, un asistente virtual podría venirte muy bien para la gestión del correo electrónico, emisión de facturas y la gestión de cobros y pagos, por ejemplo.


En ninguno de estos casos vas a necesitar hacer un contrato, aunque en algún momento puede ser que sí necesites tener a alguna persona fija para tu empresa.


Lo más importante es que tener a alguien te va a permitir realmente concentrarte más en las actividades de alto rendimiento.


En caso de que no sepas cómo funciona eso de tener a alguien que te ayude, te invitamos a que nos dejes tu consulta.



Resumen


Hagamos un breve resumen de los 3 pasos para mejorar tu empresa:


  • Dedicá tiempo al marketing y a las ventas y no solo a la ejecución.
  • Creá un proceso de venta que te brinde clientes de forma constante y, sobre todo, predecible.
  • Empezá a crear un equipo para poder escalar.

Los 3 pasos son muy importantes y te aconsejamos que los empieces a aplicar ya mismo, sobre todo el primero.


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